domingo, 28 de diciembre de 2014

Historia para un extraño

Hace muchos años, una niña de... no más de 6 años, era feliz, siempre tenía lo que quería y nunca derramaba una lágrima, al menos que de verdad se hubiera golpeado o hecho un horrible golpe. O al menos eso quería demostrar frente a su familia. En su escuela, preescolar, para ser más exactos, aquella niña era bastante callada, excepto en clase, le gustaba leer y escribir siempre, esa niña se sentía bien hasta que llegaba el momento de los recreos, donde todos sus compañeros, niños y niñas, se colocaban a su al rededor y comenzaban a golpearla y patearla, luego, la dejaban en medio de un charco de lodo... La niña, por suerte, siempre la llevaba otra persona a casa pues sus padres trabajaban en otra ciudad, (cuando sus padres llegaban ella ya estaba durmiendo.) esa niña aprovechaba las veces en que su hermana no la acompañaba a casa, para poder entrar a la misma, bañarse y cambiarse, su hermana, que llegaba una hora después, se extrañaba de por qué su ropa estaba tan sucia, y la niña siempre decía “Eso es porque jugué mucho en el patio y me caí varias veces” con aquella sonrisa que siempre lograba manipularla.

Pasaron así preescolar, hasta tercer grado de primaria, la niña y sus padres se mudaron de casa, y entonces comenzó a vivir un poco más tranquila, excepto quizá, por la razón de que en cuarto grado, no se debió quedar con sus compañeras de clase ensayando un guión para una obra del colegio, pues ese día el profesor de canto y música, había entrado, mientras que las niñas seguían ensayando y él, se aprovechó de aquél momento para abusarlas. Por suerte, no fue una violación muy agresiva, pues seguían estudiantes en aquél colegio, tan solo fueron tocadas y golpeadas por aquél hombre, hasta la mitad del tercer lapso de cuarto grado, siempre fueron así.
Cuando por fin pasó al bachiller, la chica, comenzó a ser más callada y reservada, sufriendo nuevamente el maltrato escolar, pero esta vez eran insultos y abusos mentales que le hacían, durante tres años duró así, hasta que ella decidió el cuarto año enfrentarlos, y hasta ahora, que pronto estará en la universidad, la chica sigue sin poder estar cómoda con sus compañeros de clase.

Su familia, era muy unida, excepto tal vez hace 1 año aproximadamente o más, que comenzó a recibir siempre las críticas de su familia “¿Por qué no te peinas?, Deberías callarte, ¿Esas son tus notas finales?, No vales la pena, ¿Tú? ¿Actriz? No te veo capaz de hacer nada... no eres bonita para ser actriz, Deberías inyectarte aire un día” Eran los insultos que recibía cada vez que había una reunión de primos, primas, tías, tíos... en fin, su familia lograba bajarle el ánimo más de lo que tenía... Siempre que llegaban a casa de esas reuniones, se encerraba en su cuarto, ya que lo único que podía hacerla “feliz” o al menos sentir bien, era hablar con aquellas personas por internet en redes sociales, jamás daba sus datos personales hasta que de verdad se hubieran visto, de todos modos, solo podía reír a carcajadas en su habitación.

Su hermana, hace poco había dejado la casa, bueno, hace casi 1 año dejó la casa, por la simple razón de haberse enamorado de un chico y prefería “destruir su familia que a su relación” algo que provocó un fuerte choque en todos... la chica no logra nunca comunicarse con ella, no quiere hablarle, pues su hermana mencionó la última vez que se vieron que la odiaba y no quería verla más nunca en vida. Lo que provocó que su corazón terminara de romperse, la chica comenzó a dejar de comer, tomar pastillas de cualquier tipo, cosa que solo hacía que se desmayara y regresara a su casa, nunca pensó en suicidarse, hasta el punto en haber visto o creer haber visto a su hermana muerta en la calle, el dolor profundo que sintió al ver aquella espantosa escena fue algo que prefirió callarlo, nadie sabía qué le ocurría, ni su madre, ni su padre, nadie...

La chica comenzó a caer en el límite, sus brazos comenzó a cortar, veía como cada gota de sangre sobresalía de su piel, le “tranquilizaba” sentir dolor, se empezó a quemar cada vez que no tenía algo filoso en casa, así que solo encendía las hornillas de su cocina y colocaba el brazo, sin importarle cuánto lloraba o gritaba del dolor... comenzó a utilizar suéteres, camisas largas, no le importaba ya cuánto dolor tenía, sus emociones habían explotado...
Hace no más de 2 meses, llamaron a su madre, diciendo que su hija estaba encerrada en una habitación con su novio hace más de 8 meses y ella no quiere salir, además de, parecer que estuviese embarazada hace 5 o 6 meses... haciendo que algo de felicidad llegara a la chica, pues, su hermana estaba viva, pero aún no era del todo feliz, no conocería a su futuro sobrino o sobrina... no la vería nunca ¿por qué ponerse contento?

La chica comenzó a encerrarse nuevamente en su “burbuja personal”, sin hablarle a sus compañeros de clases o “amigos” cada vez más sus brazos eran cortados múltiples y múltiples de veces, en silencio, sin querer que sus padres se enteren de algo que escondió durante años, la chica tiene miedo de ella misma, de sus acciones, cada vez que ve sus brazos... piensa cómo rayos se había convertido en algo así, si aguantó tantas cosas en su infancia... ¿por qué está así ahora? Ya no lo soporta, y este podría ser el último escrito que ella podría hacer en su vida, y ahora, lo comparte a alguien, que sabe que no dirá nada, que sabe que no recibirá nada, solo ella quiere sentirse por primera vez libre, y por eso, lo comparte a un extraño.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Promesas rotas

Me dijiste un día que nunca te irías de mi lado.
Ahora mírame, estoy sola, como siempre...

Prometiste que ibas a estar feliz, con la persona que siempre querías y con tú familia.
Ahora mírate, encerrada casi un año en un cuarto, que huele peor que la mierda misma, y tú, embarazada sin aceptarlo, qué feliz estás, además de ser engañada ¿no?

Prometiste que ibas a llevarme contigo a donde vivirías.
Ahora, me siento bien de que no me llevaras. No quisiera vivir como tú.

Prometiste que yo sería feliz cuando te fueras.
Ahora mírame, preguntando a cada rato por ti, viéndote en todos lados, soñando contigo... dime, ¿eso es ser feliz?

Jamás me prometas nada, no te consideres perdonada si llegas a volver.

El rencor que tendré hacia ti, hará que te quieras ir de nuevo... así que fingiré que estoy contenta contigo si llegas a volver.

Lo fingiré, solo porque me especialicé en sonreír hace tiempo.

Aventuras

Vivir en la calle, me resultaba una aventura.
Ahora crecí y me di cuenta que vivir en la calle, hace menos felices a las personas.

Vivir en una casa, es muy cómodo.
Pero debe haber respeto y amor hacia los que viven en ella.

Vivir, simplemente vivir...
Ésa es la aventura.

Y ahora me doy cuenta, que poco a poco me rindo.
Poco a poco, mi aventura termina.

Tal vez completa, tal vez no, pero sé que muy pronto...

Lo veo venir...

A través de mis lágrimas.
A través de mis brazos.
A través de mi cara.
A través de las burlas.
A través de los maltratos.
A través de las pastillas.
A través de la hojilla.

En fin, a través de todo, veo que se acerca...
Esa aventura en la que sí estoy segura de no salir jamás...
Esa aventura en la que todos temen.

Por el simple hecho de llamarse "muerte".